En el ámbito sociosanitario, la comunicación es una herramienta fundamental que va más allá de la simple transmisión de información. Es un proceso dinámico y bidireccional en el que los roles de emisor y receptor se intercambian constantemente, modulando el mensaje en función de las intervenciones de los interlocutores. La comunicación efectiva no solo mejora la calidad de los servicios prestados, sino que también fortalece las relaciones entre profesionales, personas usuarias de los servicios y sus familiares.
La Importancia de la Comunicación
La comunicación es una actividad psíquica derivada del pensamiento y utiliza el lenguaje oral o escrito como canal. Es la base de la autodeterminación personal y grupal, ya que permite intercambiar opiniones y sentimientos, esenciales para el bienestar emocional de las personas mayores.
En el ámbito sociosanitario, distinguimos tres modos de comunicación, cada uno con sus características y objetivos específicos:
Comunicación entre profesionales:
La comunicación entre profesionales es esencial para la continuidad segura y eficaz de las intervenciones sociosanitarias. Es la base para tomar decisiones adecuadas que influyan en los resultados de los objetivos marcados. Una comunicación clara y efectiva entre el equipo asegura que todos estén informados y alineados en el cuidado del paciente.
Comunicación profesional-usuario/a:
En la comunicación con el/la usuario/a, también conocida como «comunicación terapéutica», no solo se transmite información. Mediante estrategias y habilidades específicas, se busca establecer y mantener una relación de ayuda y apoyo emocional. Esta relación de ayuda crea un espacio de confianza y seguridad, crucial para el bienestar de la persona.
Comunicación profesional-familiares:
La comunicación con los familiares también utiliza estrategias terapéuticas, con el objetivo de generar confianza, entendimiento y colaboración. Los familiares son una parte integral del equipo de cuidados, y mantener una comunicación abierta y honesta con ellos es fundamental para proporcionar un entorno de apoyo integral para el paciente.
Habilidades Sociales y Estrategias para la Comunicación Terapéutica
Para lograr una comunicación terapéutica efectiva, los profesionales deben desarrollar una serie de habilidades y estrategias, entre las que destacan:
• Empatía: Comprender y experimentar los sentimientos y pensamientos desde la perspectiva del paciente. La empatía permite conectar genuinamente con la persona atendida, validando sus emociones y demostrando que se les entiende y respeta.
• Cordialidad: Mostrar cercanía, accesibilidad, autenticidad y humildad. La cordialidad ayuda a crear un ambiente de confianza y comodidad, donde los residentes se sienten seguros y valorados.
• Educación y respeto: Estos valores deben estar presentes en todo el proceso de comunicación, generando credibilidad y confianza, y evitando conflictos. La educación y el respeto aseguran que la interacción sea digna y profesional.
Estrategias de Comunicación Terapéutica
• Escucha activa: Prestar atención total a la persona, mostrando interés genuino y tratando de comprender más allá de las palabras. Identificar las emociones subyacentes es fundamental para responder adecuadamente a las necesidades del paciente.
• Contacto visual: Genera confianza y credibilidad, demostrando que el profesional está comprometido en la conversación.
• Expresión facial: Refuerza el mensaje que se quiere comunicar. Evitar gestos de desaprobación es crucial durante la escucha activa para mantener la confianza de la persona usuaria del servicio.
• Actitud y apariencia física adecuada: La postura, los gestos y la distancia física son aspectos importantes de la comunicación no verbal que deben ser controlados para asegurar una interacción efectiva.
• Contacto físico: Utilizado de manera adecuada y dosificada, puede transmitir empatía y cercanía, fortaleciendo la conexión emocional con la persona usuaria del servcio.
Planificación de la Comunicación
La comunicación terapéutica debe ser planificada y no dejada al azar. Es necesario:
• Analizar al interlocutor y sus necesidades.
• Identificar el contenido del mensaje y el impacto deseado.
• Construir el mensaje de manera comprensible.
• Seleccionar palabras adecuadas y estudiar la comunicación no verbal.
• Preparar información adicional y prever reacciones.
• Incorporar retroalimentación durante y al final del mensaje.
La Formación en Habilidades Blandas
La comunicación efectiva es una habilidad que se puede aprender y mejorar con formación y práctica. Los profesionales sociosanitarios deben recibir capacitación continua en habilidades blandas, como la empatía, la escucha activa y la planificación de la comunicación. Estas habilidades son esenciales para proporcionar una atención centrada en la persona, asegurando que las personas usuarias y sus familias reciban el apoyo emocional y psicológico necesario.
En conclusión, la comunicación en el ámbito sociosanitario es vital para ofrecer una atención integral y de calidad. Invertir en la formación en habilidades blandas es crucial para que los profesionales puedan establecer relaciones de confianza y proporcionar un cuidado verdaderamente compasivo y efectivo.
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